Producto agotado
No es nueva la fascinación que ejercen los márgenes de cada página sobre los lectores; hace ya unos siglos que T. S Coleridge acuño el concepto de Marginalia, dándole nombre al ejercicio de comentar, traducir o aumentar los libros leídos sobre sus espacios en blanco. Para Edgar Allan Poe esta posibilidad llegó a ser un género.