Producto en stock
Cinco niñas se juntan, en secreto, a jugar a la ouija. Los espíritus están atentos, esperando su turno. De fondo, la historia de Argentina, la calle, el ruido y los desaparecidos que, de pronto, se comunican con las niñas en medio del juego. Es la primera historia de este libro, un relato de fantasmas, presencias extrañas que ellas, las niñas, no podrán olvidar.
Hay más. Otras niñas que aparecen en el metro con sus rostros y cuerpos quemados. Son una secta, cada vez más y más mujeres que arden. Como un rumor que recorre la ciudad y que, en otra de las historias, serán también niños que llevan meses, años, desaparecidos: un día salieron de casa y no volvieron. Niños que deambulan por los parques de una ciudad fantasmagórica, que a ratos no se parece a Buenos Aires, pero lo es. Niños que engrosan las listas de gente perdida y que un día, inesperadamente, deciden volver.
A sus casa. A sus vidas. A sus familias, que los reciben felices, pero que de pronto se dan cuenta de que algo no está bien. Algo cambió ya para siempre.
Cuando hablábamos con los muertos recopila tres historias de Mariana Enríquez, una de las narradoras más significativa en la escena literaria argentina, y que en este libro ofrece una muestra admirable de sus mejores recursos, los que llevan al lector a transitar los terrenos de la intriga, la ternura, la risa y el espanto.